El concepto proletario no existe, ni la lucha de clases. El obrero quiere disolverse en el juego de dignidades de la cultura de masas, gracias a la exhibición de un status que se consigue a través del consumo.
"Cuando éramos pequeños, se podía saber qué niños tenían padres más humildes por las ropas que llevaban, etc.."
Hoy eso ya no es así, porque la externalización del status está instaurado en el consumo, no por el valor del objeto en sí, sino como 'movimiento' en el juego social uno se significa hacia el mundo a partir de lo que posee.
Poco hay que hacer ahí, la ideología no existe, se ha estetizado.
Brillante Fran en sus reflexione y en la calidad de como las expresa. Muero!!
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